MANEJO DE CUENCAS
Por la irregularidad de la superficie terrestre, las aguas que precipitan sobre ella fluyen o drenan en distintas direcciones, siguiendo el desnivel. La región o área de drenaje en que se recogen las aguas de lluvia y que fluyen hacia quebradas, arroyos y ríos, y que a su vez fluyen hacia lagos o mares se conoce como cuenca. El límite de una cuenca está definido por accidentes geográficos conocidos como divisoria de aguas, o sea, el borde superior más allá del cual las aguas fluyen en dirección opuesta, hacia otra cuenca.
La cuenca hidrográfica es una área de la superficie terrestre cuyo desagüe superficial confluye en un río principal. Así hablamos de la cuenca del río Rímac o de la cuenca del río Amazonas. La cuenca, en estos casos, tiene subdivisiones o subcuencas. El río Amazonas es la cuenca 1; el río Ucayali es la subcuenca 2; el río Tambo es la subcuenca 3; el río Ene es la subcuenca 4; el río Perené es la subcuenca 5; el río Paucartambo es la subcuenca 6; el río Entaz, que pasa por Villa Rica, es la subcuenca 7, etc.
La cuenca hidrográfica es una área de la superficie terrestre cuyo desagüe superficial confluye en un río principal. Así hablamos de la cuenca del río Rímac o de la cuenca del río Amazonas. La cuenca, en estos casos, tiene subdivisiones o subcuencas. El río Amazonas es la cuenca 1; el río Ucayali es la subcuenca 2; el río Tambo es la subcuenca 3; el río Ene es la subcuenca 4; el río Perené es la subcuenca 5; el río Paucartambo es la subcuenca 6; el río Entaz, que pasa por Villa Rica, es la subcuenca 7, etc.
El objetivo del manejo de cuencas
Las cuencas específicamente son la base para el ecodesarrollo de una comunidad y región. Para mantener una cuenca sana se debe tener en cuenta la conservación y uso sustentable de los bosques y de la biodiversidad, mantener los suelos vivos mediante terraceo y el uso de materia orgánica. También debe considerarse mantener el agua lo más arriba posible de la cuenca, de tal manera que el agua se infiltre lentamente. Es decir, el objetivo del manejo del agua y de la cuenca es evitar que se erosione el suelo, se pierda la vegetación original y se vacíe rápidamente. El buen manejo de una cuenca debe lograr el abastecimiento de agua durante todo el año; así, los manantiales estarán vivos la mayor parte del año, dependiendo de la zona climática. Al hacer el ordenamiento territorial hay que considerar las áreas de recarga de las cuencas.
Curvas a nivel en Oxtoyahualco
La gestión de cuenca comienza desde la parcela o finca en una ladera:
- Debe haber un manejo adecuado del suelo cultivado en la agricultura, agroforestería y en lo forestal.
- El ordenamiento territorial le asignará a cada unidad ambiental de aprovechamiento la mejor forma de proteger el suelo, la vegetación y el agua.
- Cuando haya periodos de sequía alternados por tiempo de lluvias es deseable que en cada parcela se retenga el agua y se rellenen las pequeñas represas con agua. Cada terraza, por ejemplo, puede estar rematada con una zanja a nivel y almacenar el agua para humedecer la siguiente terraza. Las zanjas de las terrazas pueden rellenar pequeñas represas o “jagüeyes” (véase Cartilla 5). El agua puede usarse durante la temporada seca del año. Asimismo, los suelos nivelados, con mucha materia orgánica y mantillos de hojas secas, retienen 50% más de humedad que aquellos suelos expuestos al sol, al golpeteo directo de la lluvia y terrenos con inclinación. También las áreas forestadas retienen e infiltran el agua y la sueltan poco a poco. La infiltración que más abajo redundará en manantiales permanentes comienza con el área forestada. Si es zona de niebla y sin que haya una precipitación abierta, un árbol como el pino (Pinus montezumae) de 15 metros de altura y 10 metros de diámetro máximo de la copa puede precipitar hasta 57.8 litros de agua por hora.
En un área deforestada los escurrimientos de agua que resultan de una tormenta o lluvias prolongadas, adquieren gran velocidad, arrastran los suelos y crean catástrofes como deslizamiento de laderas e inundaciones más abajo. Pero durante el tiempo de sequía no hay agua disponible. La vida de la cuenca, por lo tanto, depende de cómo las comunidades se organicen para manejarla.
A veces los interesados inmediatos de que haya una buena captura de agua en las microcuencas, y subcuencas son las ciudades que se encuentran más abajo. En varios países se están proponiendo nuevas relaciones entre los usuarios de abajo y los cosechadores de agua de la cuenca de arriba. En esta nueva relación los usuarios pagan por este servicio ambiental, que proporcionan los cosechadores de agua mediante sus comités de cuenca. Pero mientras se da esta negociación benéfica para ambas partes, el beneficio inmediato, con un buen manejo de microcuencas por parte de las comunidades, es para las familias mismas.
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